viernes, 20 de abril de 2018

LA CALLE DE LOS ARCOS 


El Arco


En la calle de Atocha se conserva un arco de piedra que da acceso a través de un pasadizo cubierto, a una travesía, llamada precisamente calle del Arco, que conduce a la Peña. El lugar es bien conocido y forma uno de los rincones más característicos del pueblo de Cuevas. 

Se trata de un arco de medio punto realizado con sillares bastante regulares y bien dispuestos. Su estado de conservación es bueno, aunque queda muy afeado por el manojo de cables eléctricos que lo atraviesa. Existe la creencia de que pudo ser una de las entradas al Castillo. Sin embargo, la tradición indica que este único arco en pie hoy día era uno más de un conjunto de arcos que se distribuían por una calle desaparecida, una supuesta calle Real, de la que quedan solo ciertos vestigios. 

Calle de Atocha, con el Arco a la derecha.


En efecto, entre las leyendas referidas a tiempos remotos que han llegado hasta nuestros días, se cuenta que hubo en el pueblo de Las Cuevas una calle adornada con arcos. Se asegura que esta calle partía de la entrada del pueblo, por El Calvario, y atravesaba la mayor parte del casco urbano hasta concluir en el Castillo. La calle contaba con varios arcos que la embellecían y que le daban un aire de calle real ornamentada. 

Aunque resulta difícil aceptar esta idea, lo cierto es que, inspeccionando detenidamente el casco urbano actual, pueden observarse algunos indicios de la existencia en un pasado lejano de una calle que podría haber desembocado en el Arco. 

Hay que advertir que es posible que se tratase de otro tipo de arcos, a saber, los que forman las casas con soportales. Esta idea no es nada descabellada. Las calles con soportales estaban muy extendidas en zonas frías, sobre todo. Y pudo haber algunas casas notables con soportales. 

Calle del Arco


Una opción distinta, y quizás la explicación más probable, es que hubiese una calle en tiempos lejanos, con algunos pasadizos semejantes al que existe sobre la travesía del Arco, una galería que comunica casas de un lado de la calle con otras de enfrente. De ese modo se rentabilizaba mejor el espacio. En este sentido cabe recordar que Las Cuevas de Cañatazor llegó a contar con más de 800 almas y que el solar sobre el que se asienta el pueblo era, y es, de reducidas dimensiones. No es en absoluto absurda la idea de una calle atravesada por varios corredores habitables. 

Por otro lado, estos pueblos, en los que abundaban hace siglos las casas con cubierta vegetal (junco, paja, leña..) eran con frecuencia pasto de las llamas, y la disposición de las manzanas de viviendas y las calles podía variar en un par de siglos considerablemente. Esta puede ser una de las razones que expliquen la desaparición de la calle de los arcos. 

Hoy sabemos, porque quedan huellas que así lo atestiguan, que pudo existir una calle que iría desde El Calvario, más o menos, hasta el Arco y que solo en tramos concretos coincidió con calles actuales. 

En la calle de La Travesía o Traviesa existe un callejón que concluye en los portones de un corral, pero que seguramente tuvo continuación por otro callejón al que se accede desde El Olmillo. En estos lugares se aprecian trazas de haber existido una antigua vía urbana. Incluso se sabe que en alguna obra, en el entorno de la plaza del Olmillo, se descubrieron sólidas bases de piedra que pudieron pertenecer al basamento de algún arco. Claro, que hemos de imaginar que no fue una calle recta ni de medidas constantes, sino muy sinuosa y alternando trechos bastante angostos con otros más espaciosos. 
Posible trazado de la calle Real en un plano antiguo, con dos alternativas, una en rojo y otra en azul.

Trazado hipotético que seguía la calle Real con los míticos arcos, en un plano actual.



Otra explicación que sería compatible con la idea de “una calle de arcos” apunta de nuevo hacia El Castillo. Hoy, por desgracia, no tenemos una idea clara de cómo fue el Castillo de Las Cuevas, llamado en las crónicas Castillo de Calatañazor o Cañatazor. Sabemos que fue destruido siguiendo la política de “tierra quemada” durante las guerras Carlistas. Se trataba de arrasar cualquier recinto o construcción que el enemigo pudiera usar para refugiarse, almacenar víveres, personas o impedimenta. Y aplicando esta bárbara estrategia fue demolido a conciencia. Se cuenta que en una de las acciones de las guerras Carlistas Las Cuevas de Velasco sirvió como teatro de operaciones. Atrincheradas en el pueblo, las tropas carlistas parece que tenían vigilantes en la torre y cuando divisaron al ejército cristino subiendo por Castillejo evacuaron el pueblo a toda prisa. 

Lo que resulta incuestionable es que el Castillo de Cañatazor tuvo los flancos norte y oeste bien guarnecidos por lo favorable del terreno en esos lugares. Sin embargo el flanco sur, lo que es la calle Atocha y el flanco este, lo que hoy es la calle del Viento debieron estar defendidos por varios muros, a pesar del foso que parece que existía antes del último baluarte. Para comunicar estos espacios intermuros lo más lógico es que hubiera puertas arqueadas. Estas puertas formadas por arcos pudieron ser el origen de la leyenda de la calle de Los Arcos. De este modo se explicaría perfectamente la actual ausencia de vestigios pues solo una destrucción concienzuda podría haber eliminado los arcos sin dejar rastro alguno. 

Aspecto actual del Arco, con los cables.

Entonces ¿es posible que el arco que queda en pie no fuera el único del lugar? ¿Es posible que una calle que llegaba hasta el interior del Castillo atravesase varios arcos como éste? Así lo creemos. La tradición es muy tozuda, y aunque no sepamos bien cómo fue aquella calle es muy probable que existiera en tiempos remotos. 

domingo, 8 de abril de 2018

                 CUEVAS DE VELASCO, CALLE A CALLE


Calle de la Iglesia



Calle del Viento



Calle de Atocha



Calle de la Peña



Calle del Olivo



Calle del Norte



Al fondo, plaza del Olmillo



Calle del Olmillo



Calle de la Traviesa



Calle del Calvario


Calle del Calvario



Calle del Paraíso



Calle del Paraíso



Calle de las Cuatro Jotas



Continuación calle del Clavel



Calle de la Soledad



Calle de la Soledad



Callejón entre la Soledad y la Fuente



Callejón en la calle de la Fuente



Calle de la Fuente



Callejón de la calle de la Fuente



Callejón de la calle de la Traviesa



Calle de la Traviesa



Calle del Cantón



Calle del Cantón



Callejón del Olmillo al Cantón



Calle del Cantón



Calle del Viento



Plaza del Castillo



Callejón de la Calle Atocha a la Peña



Calle del Arco



Callejón de Atocha a la Peña



Calle de la Peña



Callejón de Atocha a la Peña



Calle de la Peña



Callejón de la calle Atocha a la Peña



Calle de Atocha



Calle del Mediodía



Calle de la Iglesia



Calle de San Luis



Boquete



Callejón de la calle del Calvario



Plaza Mayor











viernes, 6 de abril de 2018


          FLORACIÓN DE LOS ALMENDROS EN CUEVAS 

Cuevas de Velasco es un pueblo bello en cualquier época del año, pero tiene sus días. Si acertáis a aparecer por aquí un día especial, como me ha sucedido a mí, puede que os deis cuenta de que en algunos momentos del año, breves, este pueblo antiguo os muestra unas imágenes espectaculares. Quiero compartirlas con vosotros.