viernes, 12 de enero de 2018





             ANTIGUOS CAMINOS DE CUEVAS DE VELASCO


Los Caminos que antaño comunicaban Las Cuevas de Velasco con los pueblos vecinos y con las dos ciudades más importantes de la zona, Huete y Cuenca, eran vías en pésimas condiciones por las que circular, especialmente en invierno, era poco menos que imposible. 

Pascual Madoz, en su celebérrimo diccionario, ya advertía en el siglo XIX que el pueblo contaba con caminos impracticables.

Los caminos antiguos no tenían firme alguno. Se trataba de pistas que surcaban la vega o serpenteaban por las montañas adaptándose a los accidentes del terreno.

Nos detendremos en esta ocasión en cinco de las vías radiales que partían de Las Cuevas: el camino viejo de Villar del Maestre, el Camino de Valdecolmenas por el monte de Abajo, el camino de la Ventosa por el Chorrillo, El camino de la Virgen y el camino de Cuenca. Queremos dejar memoria aquí de estos recorridos, usados durante al menos siete siglos, antes de que se borren definitivamente sus huellas.

CAMINO DE VILLAR DEL MAESTRE

Contra lo que muchos jóvenes pensarán, el camino viejo de Villar del Maestre no discurría por la actual carretera. Su trazado salía del pueblo por la callejuela de las eras, atravesaba El Llano por la ermita de la Inmaculada Concepción, pasaba ante la puerta del cementerio y de allí, se dirigía hasta la ermita de la Resurrección, del Villar. Finalmente descendía al pueblo vecino por la senda que desemboca en las inmediaciones de la iglesia.

Este camino contaba con diversas variantes, ya que algunos viandantes subían por La Noguerilla hasta unirse a la vía descrita en el mojón del límite de ambos pueblos. 

Este viejo camino era usado por arroperos que venían a hacer compras o a realizar negocios. También era frecuente que, desde la carretera de la estación tomaran esta vía por el Vallejuelo o por las cuevas del Terrero. Mucha gente de Cuevas usaba esta comunicación cuando iba a las fiestas de san Gil.

CAMINO DE VALDECOLMENAS

Grupo de senderistas en el Corral del Pollo, lugar por donde pasa el camino viejo a Valdecolmenas.

Para dirigirse a Valdecolmenas de Abajo desde Las Cuevas, en verano estaba la opción de la vega, pero en invierno y con barro no era recomendable. Entonces solía tomarse el camino del monte de Abajo. Se tomaba en el Lavadero, se subía por el collado de El Otero y luego se ascendía al monte por El Escalón (este camino se conserva aún). Una vez en el monte, o bien se buscaba directamente la pista o bien se rodeaba un poco por el llamado Corral del Pollo y desde allí se atravesaba toda la pinada. Después de Cabezas Albas y la Edesa de Castillejo, el descenso era algo brusco y peligroso. La senda que descendía está prácticamente perdida. Se cruzaba el río por el actual puente y se ascendía al pueblo de Valdecolmenas.

Trazado del camino de Valdecolmenas, desde El Otero
Vista del pueblo desde El Otero

Muleteros, vendedores, mozos que iban a la fiesta y diversas personas con misiones comerciales eran los usuarios más habituales de este itinerario boscoso. 

CAMINO DE LA VENTOSA POR EL CHORRILLO

Para tomar el Antiguo camino de La Ventosa, los arrieros, segadores, Guardia Civil y todo aquel que hacía la ruta a pie o a lomos de caballerías, salía desde El Castillo o bien desde la calle de La Traviesa o la Cruz del Cura, yendo a parar por el camino de la vega, actual carretera, al Pez, desde donde se atravesaba el río por un antiguo puente de madera que allí existía. Después se tomaba el camino del Chorrillo (en pésimo estado actualmente), pasando al lado de la fuente del mismo nombre. Finalmente se cruzaba La Sierra y se hacía el descenso hacía la vega de La Ventosa, tomando la actual carretera a la altura de la Fuente de Juan Tieso.

Trazado del antiguo camino de La Ventosa

Este camino era tortuoso y pedregoso y salvaba un desnivel considerable. No obstante aún recuerda quien escribe que hace cincuenta años era raro el día que no aparecían por este itinerario tres o cuatro personas. Y casi a diario, la pareja de la Guardia Civil bajaba a caballo por la peligrosa garganta del Chorrillo.

En La Sierra, aún se aprecia el trazado y se reconoce por una fila de encinas que jalonaban el borde del camino.

EL CAMINO DE LA VIRGEN

Este camino de peregrinos unía Las Cuevas de Velasco con la ermita de la Virgen del Val, situada a mitad de camino entre Sotoca y Culebras, al pie del cerro donde pueden verse las ruinas de una importante ciudad celtibérico-romana  que algunos autores relacionan con la mítica Contrebia. La Virgen del Val atraía durante todo el año a devotos, pero este itinerario santo era especialmente frecuentado alrededor del día 8 de septiembre, festividad de la Virgen. Fue célebre el retablo mayor de dicha ermita, todo él chapado en oro que fray Gerónimo Saiz, natural de Culebras, envió desde Filipinas.

Arranque del camino de La Virgen

El camino coincide en su primer tramo con la carretera de Villar del Saz. Poco después de pasar ante el antiguo tejar, se toma a la izquierda el camino que atraviesa el río y la vía férrea. Se continúa en dirección noreste, con la precaución de tomar el ramal izquierdo en un bifurcación importante. Al alcanzar la carreterita que comunica Culebras con Villar del Saz, la mejor opción es andar por esa carretera unos 140m hacia la estación de Villar del Saz y luego tomar a la izquierda una senda por la que descenderemos hasta el valle por el que discurre el río Mayor de Sotoca. Descendiendo paralelos al curso de este riachuelo, alcanzaremos la ermita de la Virgen del Val, hoy en estado ruinoso.

CAMINO VIEJO DE CUENCA

Arranca por la callejuela, calle de Cuenca, hacia las eras. Pasa al lado de la ermita y se dirige hacia El Rebollar. Luego continúa por término de Villar del Saz, hasta desembocar en la carretera actual. El recorrido hasta Chillarón coincide con el trazado de la actual carretera. Después, siguiendo una antigua vía romana, se prefería el desvío por Nohales para ir a salir a la zona del hospital de Cuenca.

El viejo camino de Cuenca discurre por los montes mientras que la carretera actual recorre la vega.

Este es, sin la menor duda, el trazado ideal para la comunicación con Cuenca. De haber acertado las autoridades y los ingenieros, se habría evitado el larguísimo rodeo que daba la carretera oficial, por Villar de Domingo García, Bólliga y La Ventosa. E incluso resulta más breve que el trazado actual por Villar del Saz, y, por supuesto, elimina dos complicadas pendientes.







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