lunes, 2 de octubre de 2017



                    PALABRAS AÑEJAS 
                         DE CUEVAS DE VELASCO


Modorrear 

1. intr. Porfiar, empecinarse en algo.

Está venga modorrear, modorrear, que quiere que lo lleve a la feria. Y yo no tengo ni ganas ni tiempo de ir a la feria.

El término modorro es de origen incierto, posiblemente del vasco, si bien el vasco MUTUR, ‘enojado, incómodo’, podría ser un préstamo del lat. MUTǏLUS, ‘sin cuernos’. La palabra existe en español desde la lengua literaria.
Un término muy próximo, usado también en Cuevas de Velasco, es morronear, de morrón, 'obcecado, obstinado'.


Navajear 

1. tr. Cortar las aceitunas con cuchillo o navaja para ponerlas en agua. Al practicar a cada aceituna dos o tres cortes se consigue que pierda mejor el amargor y que se impregne de los aromas y sabores del aliño.

La abuela está muy entretenida navajeando aceituna.

Del lat. NOVACŬLA, ‘navaja’.
El sufijo – ear, que indica acción, es muy productivo para la formación de verbos a partir de nombres o adjetivos. Sin embargo el término es original de Cuevas y no está registrado en ninguna de las obras consultadas.




Pimplarse

1. tr. Beber vino u otra bebida en exceso.

Cenaron arroz con liebre. Luego siguieron bebiendo hasta que se pimplaron bien.

Pimplar es probable que proceda del cruce de implar, ‘llenar, inflar’, con piar, ‘emitir su voz las aves’, pero también ‘beber’.



Rajear 

1. . Rajar. Abrir en rajas.

Se puso como un energúmeno, sacó la navaja y nos rajeó el balón.

Procedente de rajar, cruce de los términos rachar y ajar.


Ringorrango 

1. m. Vericueto, sucesión de curvas, recoveco. Zigzag. Garabato.

Es una onomatopeya del chirrido de la pluma al escribir.



Sacamantecas 

1. m. Personaje perteneciente al tenebroso mundo de la brujería. Era un individuo que asesinaba a sus víctimas, algunas de ellas niños, para extraerles las mantecas con el fin de usarlas como medicina para la supuesta curación de graves enfermedades. Existieron un par de asesinos reales, pero el temor se extendió llegando hasta los rincones más apartados de la geografía. El eco enorme de esos sucesos puntuales fue aprovechado por madres y abuelas de varias generaciones para tener a raya a sus hijos y nietos, de manera que cuando querían explicarles los peligros de alejarse de casa, de volver tarde o de comportarse mal, se echaba mano de toda esta progenie de tíos sacamantecas o sacasebos para que los menores, ciscados de miedo, les obedecieran.




Santo Evangelio

1. Una verdad de peso. Algo absolutamente cierto e irrefutable.

Yo no te mentiría. Créeme, lo que te digo es el Santo Evangelio. Puedes estar seguro. 



Semi 

1. m. Semidirecto. Tren semidirecto. 

Llegan esta noche en el semi. Hay que bajar a la estación a recogerlos.

Del lat. SEMI, ‘medio, casi’.


Tostá 

1. f. Tostada. Fechoría. Perjuicio que ocasiona una persona a otra.

Quiá, ya no se hablan. Por lo visto le había hecho ya alguna tostá, pero es que esta ha sio mu gorda.


Zorrera 

1. f. Humarandela. Humarada espesa. 

Zorros en zorrera,
el humo los echa fuera.

Rosal dice que el nombre procede de la costumbre de dar humo a la zorra para desalojarla de la zorrera. Y así ha debido hacerse a juzgar por el ahumado que puede apreciarse en los lugares tradicionales donde se encuentran las bocas de las madrigueras de los raposos.

El DRAE la define como ‘habitación en que hay mucho humo…’. 







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