miércoles, 14 de junio de 2017



                BATALLA DE LAS CUEVAS DE VELASCO


Un día, navegando por Internet, me topo con una frase: “Batalla de las Cuevas de Velasco”. Naturalmente me faltó tiempo para buscar datos sobre tal batalla, año en que se produjo, contendientes… Y aquí está el resultado de mis pesquisas.


Jinetes carlistas a la carga


En plena Primera Guerra Carlista, en diciembre de 1837, partió el general carlista don Basilio Antonio García y Velasco desde Navarra con cuatro batallones y dos escuadrones. Vadeó el Ebro y abandonó Aragón adentrándose por tierras de Soria y Zaragoza hasta la provincia de Guadalajara. Luego siguió la cuenca del Júcar.
El objetivo inicial de esta operación era organizar las partidas de La Mancha y unificarlas formando un ejército carlista central, para lo cual don Basilio debía contar con el apoyo de una división del general Cabrera.
Pero desde La Rioja, la división del general cristino Ulibarri andaba tras los pasos de los carlistas, y, a la altura de Sotoca, a 16 km de Cuenca, el día 12 de enero de 1838, se produjo el alcance. Se inició la persecución en medio de escaramuzas que se prolongaron hasta las proximidades del pueblo de Cuevas de Velasco.

Itinerario aproximado de la Expedición de don Basilio

El ejército cristino, mejor pertrechado y más numeroso, puso en fuga a los carlistas, quienes, como es lógico, no presentaron orden de batalla y rehuyeron el encuentro. Por esta razón este hecho de armas está considerado como una derrota del general Basilio.
Desconocemos el número total de bajas que se produjeron en la batalla. Las crónicas dicen que los “carlistas, sorprendidos en Sotoca, lograron retirarse en buen orden y sin excesivas pérdidas”.Sí sabemos que a Cuevas de Velasco llegaron una docena de heridos, dos de los cuales fallecieron aquella noche. Entre los heridos supervivientes se hallaba el alemán Augusto Von Goeben, quien luchaba a favor de los carlistas, y que más tarde, de regreso a su país, escribió un libro titulado Cuatro años en España en el que describe con detalles y con crudeza las calamidades de la guerra. En esta obra el alemán cita a Cuevas de Velasco y explica cómo fue llevado al pueblo por el coronel Fulgosio, según explica Antonio Ballesteros en su libro Historia de Las Cuevas de Velasco.

Atuendo de los soldados isabelinos o cristinos



Las tropas carlistas mandadas por el general don Basilio se dirigieron a toda prisa por Huete hacia Uclés. Luego recorrieron La Mancha y el norte de Andalucía y tras un lastimoso periplo fueron derrotadas y disueltas por los ejércitos cristinos en Valdepeñas.

Retrato del General don Basilio

Aunque el hecho de armas hoy se sitúa en los libros de historia en Sotoca, lo cierto es que también aparece esta escaramuza como la batalla de Cuevas de Velasco y el hecho de que figure así en algunos escritos creemos que se debe a las siguientes razones: la primera es que Cuevas de Velasco era la entidad mayor en el entorno de aquella acción de armas. Sotoca, Culebras, Villar del Saz de Navalón eran poblaciones de menor importancia que Cuevas; por otro lado, ya habían tocado con anterioridad los carlistas en Las Cuevas y para esta expedición se había adecuado expresamente el hospital de la localidad, que estaba situado en el lugar que ocupa hoy el almacén de los hermanos Cañas, entre las calles del Paraíso y del Calvario; y, por último, como ya hemos dicho, las escaramuzas se prolongaron hasta el término municipal de Cuevas.
Las guerras carlistas trajeron el terror a todos estos pequeños pueblos y a un sinfín de poblaciones de la geografía española. En Cuevas de Velasco entraron los carlistas en varias ocasiones para aprovisionarse.

Lanceros carlistas en acción
                                   


Se dice que en aquellos años difíciles del siglo XIX se vigilaba día y noche desde la alta torre de la iglesia de Cuevas la llegada de tropas carlistas para prevenir a la población. También se cree que en una de aquellas entradas de los carlistas en Las Cuevas se arrasó definitivamente lo que quedaba del castillo de Cañatazor.

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