sábado, 21 de enero de 2017



                           ...RECUERDOS DE “EL OTERO”

                   NOTICIAS DE ACTUALIDAD: EL LAVADERO

Aspecto actual del lavadero y el pilar tras la tala de los árboles que dañaban  las construcciones.


En el año 1985, la revista EL OTERO publicaba el siguiente artículo sobre el lavadero de Cuevas de Velasco. Conviene hacer memoria, para quienes no lo recuerden o no hayan tenido noticias del estado en el que se encontraban el lavadero y el pilar viejo de la fuente del Caño, de que dicho conjunto se hallaba prácticamente lodado. De hecho, tanto el lavadero como el viejo pilar, tal como los conocimos siempre, no tenían el aspecto que ahora lucen,sino que alrededor estaban colmatados de tierra hasta las losas sobre las que lavaban las mujeres.
El lavadero con su pileta de una sola pieza.

En el paraje denominado El Caño, en La Ribera, hay un lavadero circular adosado a una pila cuadrada de piedra de una sola pieza, que a su vez se comunica con un pilar rectangular. Según las crónicas, ya existía en el S XVII.

Todos lo conocéis…

Este lavadero era antiguamente lugar de tertulia para las mujeres que, cargadas con sus canastas de ropa, realizaban allí, diaria o semanalmente, la faena de la colada, en aquellos tiempos en que la única lavadora era la fuerza de los brazos.

Cuando estaba en uso, la tierra llegaba hasta el borde y las mujeres lavaban de rodillas inclinadas sobre las losas.


También era lugar de cita en aquellos tranquilos atardeceres para las jóvenes, que con sus delantales limpios, sus perfumes de espliego y romero y su cántaro a la cadera volaban calle abajo, recibiendo el primer piropo de aquel viejecito octogenario, simpático, don Tomás, quien sentado en el poyo de la puerta de su casa y apoyado en su bastón las saludaba con un “¡Adiós, lindas mocitas!” que les hacía, en medio de alegres carcajadas, aligerar todavía más el paso para llegar a descansar con el cántaro al borde del pilar, al encuentro de los muchachos, que no tardaban en aparecer a lomos de sus caballerías por el camino de las Eras o el de La Carrasquilla, para dar de beber a los animales.

El paso del tiempo había ocultado bajo el lodo y la maleza todo el conjunto, pilar y lavadero, pero he aquí que un grupo de jóvenes diligentes e inquietos por la mejora del pueblo, provistos de palas, picos, carretillas y demás, y calzados hasta las rodillas con las botas de goma emprendieron la gran tarea de rescatar ese conjunto monumental y, sin regatear esfuerzos ni ilusiones, han trabajado con ahínco hasta que lo han logrado.

Chopera del lavadero


Cuando al acercarnos a ellos los animábamos y los felicitábamos por tal empresa, nos comentaban: “Todavía falta mucho por hacer...” y nos contaban todos los proyectos que tenían para que esta pradera quedara acogedora, con árboles, barbacoas, mesas, bancos, etc.

Al ver esta realidad, nos podemos preguntar si es cierto que los jóvenes de nuestro pueblo son pasotas y no les importa nada. La respuesta es NO. Nuestros muchachos con capaces de llegar hasta donde se lo propongan y de verdad que tienen grandes iniciativas.

Portada de El Otero de 1998

A vosotras, chicas que habéis colaborado, os veo de rodillas ante las losas de piedra que bordean el lavadero, en las que tantas veces se arrodillaron vuestras madres y vuestras abuelas, pero ahora no para lavar la ropa sino para reflejar en el agua vuestras caras sonrientes y satisfechas por el esfuerzo realizado. Y también para preguntaros: ¿Soy yo, acaso, la más bonita? Sueña que sí...

Conjunto de pilar y lavadero nuevos, este ya desaparecido




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario. Gracias.