jueves, 24 de marzo de 2016






                               AGRADECIMIENTOS


El Vallejo, visto desde La Cueva de la Mora. Al fondo, Cuevas de Velasco


Abrí el blog titulado Cosas de Cuevas de Velasco a finales del mes de octubre de 2015 con la Leyenda de la Cueva de la Mora.

Después de cinco meses y la publicación de más de cincuenta artículos e informaciones diversas sobre el pueblo, el balance es muy positivo, pues hemos superado ya las 4.000 visitas!!!! Como anécdota, puedo decir que tres o cuatro de estas visitas se han producido desde lugares lejanos, como Los Estados Unidos o la India. Vaya usted a saber..

Agradezco mucho la acogida al blog y el seguimiento de un buen número de personas, así como las visitas esporádicas u ocasionales de muchísima gente.

El objetivo es dar a conocer la historia, las tradiciones, las costumbres, la gastronomía, el habla y otros aspectos culturales de Cuevas de Velasco, así como ofrecer informaciones de los eventos más destacados que van produciéndose en nuestro pueblo.

Los seguidores del blog que deseen aportar cualquier material: fotos, vídeos, informaciones, datos…, sobre Las Cuevas de Velasco, que puedan resultar curiosos o interesantes, pueden enviarlos a mi correo: surbanostomico@gmail.com .

Seguiré con ilusión con el blog y tendrán regularmente informaciones sobre nuestro pueblo.
  

domingo, 20 de marzo de 2016




                                                AVACU




Cuevas de Velasco, como tantos pueblos pequeños, tiene que arreglárselas para dinamizar un poco la vida de los pocos habitantes residentes y la de todos aquellos que volvemos al pueblo los fines de semana, en vacaciones o en fiestas.

Por fortuna en nuestro pueblo surgió hace ya años una asociación sin ánimo de lucro que ha organizado y llevado a cabo multitud de actos para animar la vida de este bello pueblo alcarreño. 

AVACU nació, como suele suceder en estos casos, a partir de un grupo de amigos con inquietudes y con un gran cariño hacia el pueblo.


A pesar de los muchas realizaciones en su haber, quizá el gran logro de este grupo de entusiastas de Cuevas ha sido el aunar a todo el pueblo en torno a los proyectos que ellos proponen.

Tiene mucho mérito volcarse para hacer cosas por el pueblo sin contar la mayor parte de las veces con respaldo institucional y mucho menos con las dotaciones que serían necesarias.

Hoy AVACU se financia con las cuotas de sus socios, que pasan de los tres centenares de personas y con lo que obtienen de algunos actos, como El Mercadillo.

Entre los eventos que han organizado con gran éxito, destaca por la masiva presencia de público El Mercadillo. Después de varios años, la respuesta de la gente sigue siendo magnífica y el público, tanto local como foráneo, responde cada año por el mes de agosto con inusitado interés. 



Las jornadas dedicadas a reproducir la matanza a la antigua usanza, contaron también con una respuesta masiva de vecinos y gente de fuera.



Recuperación de tradiciones, como las calaveras, belén viviente, actos festivos para animar el verano, comidas de convivencia, cenas donde se muestra y se degusta lo mejor de la gastronomía local, excursiones, exposiciones, especialmente la de fotografías antiguas, que al final se plasmó en un magnífico libro, Cuevas de Velasco ¡Aquellos maravillosos años!, vendido en el pueblo, y otros muchos actos y realizaciones que sería imposible enumerar, son el amplio bagaje que acredita a esta gente que todos conocemos y su buen hacer. No deseo olvidar otra publicación que ha visto la luz gracias a AVACU, como es el libro Mi pueblo tiene sabor. La cocina de Cuevas de Velasco, recopilación de recetas de la cocina de Cuevas, desarrolladas por personas del pueblo.



Y para no mirar solamente al pasado, AVACU ha decidido recientemente incorporarse a CEDER (Centro de Desarrollo Rural de la Alcarria Conquense). Con la colaboración de esta institución será posible poner en marcha algunos proyectos que pueden resultar interesantes para Cuevas de Velasco.


¡Ánimo para todos los que estáis esforzándoos! ¡Colaboración a todos los demás!

                           (Fotos tomadas de Facebook AVACU)

viernes, 18 de marzo de 2016



                 PALABRAS  ANTIGUAS  AÚN  EN  USO


Continuamos completando el diccionario de Cuevas, ofreciendo en esta ocasión varias palabras que siguen aún en uso y otras que ceden al ser aparatados ya, por inservibles, los objetos que denominaban. 
Desde el punto de vista lingüístico, llama poderosamente la atención cómo algunos de estos términos locales de Cuevas de Velasco han ofrecido una gran resistencia a la evolución general y permanecen casi como el término del que proceden. 




Ablentadora 

1. f. Aventadora. Máquina que servía para separar el grano de la paja, formada por un tambor con unas aspas movidas manualmente por una manivela y por una serie de cribas, a las cuales caía el cereal mezclado con la paja desde la tolva, separándose en tres productos: el grano limpio, la paja y la granza. 
Se trata de un vulgarismo. El término correcto es aventadora, derivado de viento, del lat. VENTUS.


Abocicar(se)

1. tr. Inclinarse. Echar el tronco hacia adelante para asomarse. Doblarse por el peso que se lleva a la espalda. Inclinar un recipiente sobre otro para traspasar fluidos. 



El nene está abocicándose. A ver si va a caerse al pilar. Lleva cuidao


Cor. Es un derivado de la palabra bozo ‘parte inferior de la cara’, que procede del latín. 

Sigue siendo un término de uso corriente en Cuevas. 

Cal. Recoge el término abocicarse y cita ahocicar como posible étimo. 





Almórchigas

1. m. Individuo torpón y lento. 

No la cita ningún texto consultado. El término albérchigo es el más próximo y pudo haberse producido una evolución por etimología popular, pero el significado, ‘variedad de melocotón’ está lejos del sentido que tiene en Cuevas. 

Bernegía 

1. m. Bermejía. Fechoría, “hazaña”, mérito dudoso. 2. f. En plural, con ironía, tipo que realiza una hazaña de poca monta. 

En Cuevas de Velasco se usa bernejía por bermejía debido a la relajación en la pronunciación de la consonante. La bermejía es un acto que se atribuye a un individuo bermejo, es decir, a un pelirrojo Y, como es bien sabido, el pelirrojo por excelencia fue Judas, el discípulo que traicionó a Jesús. 

Cor. Del lat. VERMĬCŬLUS, ‘gusanillo’, ‘cochinilla’. De la cochinilla se obtenía el color grana, de ahí su significado de ‘rojizo, rubio’. 


Ceaja

1. f. Este término se usa casi exclusivamente engarzado en una frase proverbial: “¡Buenas van de leche y eran ceajas!” Se refiere que la ceaja, cabra joven, da poca leche, lo cual apunta hacia la puesta en juego de una ironía para remarcar la escasez o la ausencia de algo. 

Según Cal. Cegaja es la cabra desde que deja de mamar hasta que cumple un año. 
El término registra una síncopa de g. 


Destral


1. m. Hacha de grandes dimensiones, con dos hojas opuestas, de tal modo que puede manejarse por ambos lados. 



Este tronco si no es con un destral no hay manera de rajearlo. 



Cor. Del lat DEXTĔRUM, ‘derecho, que está a mano derecha, diestro’. El destral sería un hacha pequeña que se manejaba solamente con la mano derecha. 
En algunas zonas pasó a significar simplemente hacha. En Cuevas adoptó este curioso significado. 



Giria 

1. f. Gorrión chillón (Petronia petronia) Pájaro de plumaje gris, similar al gorrión, algo más áspero y huidizo, que construye su nido en los agujeros y grietas de los muros y peñas. 

La giria siempre hace su nido en la pared del corral del tío Leoncio.

No hemos encontrado mención alguna a este nombre en los manuales consultados. La comparación del canto del pájaro con su nombre nos sugiere casi con seguridad un origen onomatopéyico de la palabra. 
Término propio. 


Gurrumías 

1. m. Penalidades, grandes trabajos, sufrimientos de la vida. 2. M. Persona fuertemente sometida a las penalidades de la vida. 

¡Señor, Señor, qué gurrumías se pasan en esta vida! 

Cal. Adjudica esta voz a Cuevas de Velasco e indica que puede proceder de gurrumina-o ‘ruin, arrugado, encogido’. 


Merendera


1. f. Tartera. Recipiente que se cierra herméticamente y que sirve para llevar la merienda al campo. El recipiente que hizo historia era un contenedor redondo, de aluminio, con tres pestañas que cerraban la tapadera más o menos herméticamente. 



Abrí la merendera y resulta que estaba llena de hormigas. 



Cor. Informa acerca del término lat. MERĔNDA, ‘merienda’, del cual, con toda seguridad, deriva merendera, que menciona el autor pero no con el significado que tiene en Cuevas. 
Se trata de un término propio. 




Orete


1. m. Calor que produce la lumbre, especialmente el calor que desprenden las brasas. También, lugar al lado del fuego donde se recibe el calor de las brasas y de la losa de la lumbre. 



Moso, ponte aquí, al orete la lumbre, con la abuela, y verás cómo entras en calor. Ties las manos como el granizo. 



Es posible que esta voz proceda de orear pues al fuego se ponían a secar prendas, alimentos, objetos de menaje, etc. 


Ranear

1. intr. Meter las manos en el agua los niños y jugar a chapotear, sumergirlas, cazar renacuajos y otros entretenimientos. 

Las madres no nos dejan ranear en el pilar porque dicen que el agua está muy fría y que vamos a coger un pasmo. 

Se trata de una original creación local de un verbo a partir del nombre rana, del lat. RANA. 


Rita 

1. f. Voz para llamar a las ovejas. Suele usarse repetida y acompañada de otras voces, como tor o simplemente con el sonido rrr. 

Cor. Insinúa en su artículo que rita podría proceder de la expresión prrit o rrrt dirigidas inicialmente al perro. 
DRAE. Remite a rite, con el mismo sentido que rita. 


Tasón 

1. m. Tejón. Mamífero de unos 80 cm que vive en madrigueras profundas y se alimenta de animalillos y frutos. Su pelaje es denso, de colores blanco, negro y pajizo. 

El tasón es un animal muy difícil de ver. Es uno de los más uraños.


Cor. Del lat. tardío TAXO, TAXŌNIS, ‘tejón’. Cita variaciones, como texón, thasso, tasio…, muy próximas a tasón. 

En el habla de Cuevas es frecuente el caso de conservar términos más próximos al étimo latino que al resultado de la evolución lógica de las palabras. 







Torera


1. f. Aperitivo que consiste en un palillo en el que están ensartados a modo de brocheta algunos encurtidos entre los que se encuentran: la guindilla, el pimiento, la aceituna, la cebolleta, el pepinillo, la anchoa, las zanahorias, las alcaparras y el boquerón. Es un aperitivo torero o taurino, cuyo nombre es en realidad banderilla, por el parecido con ellas. Torera es una marca. 



He pedido unos botellines y unas toreras. 



Cor. Derivado del lat. TAURUS, ‘toro’.


miércoles, 16 de marzo de 2016




                                       A MEDIO AÑO DE LA FIESTA





Existe por otras tierras la costumbre de celebrar el “medio año de la fiesta”, es decir, la celebración de que ha transcurrido medio año desde las fiestas patronales y, como es lógico, quedan otros seis meses para que lleguen de nuevo las fiestas mayores.



Pues estos días se cumple ese “medio año” para la fiesta. Estamos, más o menos a medio año para que llegue El Cristo y vale la pena hacer alguna reflexión sobre la principal manifestación del folclore local, la danza, unida muy estrechamente a las fiestas de El Cristo.

Año 2006

La danza de Cuevas de Velasco es una manifestación folclórica de primerísimo orden, constituyendo, a mi juicio, el patrimonio inmaterial más importante de nuestro pueblo.

Todas las personas que desde hace siglos han servido como correa transmisora para legarnos esta magnífica manifestación artística y religiosa merecen nuestro respeto y nuestro agradecimiento más profundos.

Del libro Cuevas de Velasco. Aquellos maravillosos años.


A pesar de los escasos habitantes de Las Cuevas, aún hay interés por conservar la danza, y las familias con niños y niñas en edad de danzar se apresuran a inscribirlos en los ensayos cada verano. Animamos desde aquí a todo aquel que pueda aportar algo para que colabore en el mantenimiento de la danza.

Estos días nos llega la noticia de que han declarado la danza de Belinchón como Bien de Interés Cultural, en su categoría de Bien inmaterial. Y se nos ocurre que podría ser el camino a seguir con la danza de Cuevas como modo de consolidar y proteger este tesoro que poseemos.

Danza de Belinchón

La danza de Belinchón es precisamente una de las danzas que tiene más parecido con la de Cuevas. Lo saben bien quienes por los años sesenta y setenta del siglo pasado acudían a los certámenes folclóricos y se encontraban con estos danzantes ataviados de manera tan pintoresca. Digamos que el parecido principal es la música de los paloteos y de las evoluciones de los danzantes. Es bien curioso que estando los dos pueblos apartados a uno y otro extremo del territorio en el que se prodigan este tipo de danzas de paloteos, la música sea tan parecida.

De Cuevas de Velasco. Aquellos maravillosos años.


Cada danza tiene sus encantos. La de Cuevas se caracteriza por la viveza, rapidez y energía de los movimientos. Cuando nuestra danza se ejecuta como es debido tiene pocas rivales. Aunque, insisto, cada danza tiene sus atractivos.

El camino para conseguir declarar la danza como Bien de Interés Cultural es complejo y se requeriría paciencia y trabajo. Podría comenzarse por formar un equipo de personas que den los primeros pasos. Valdría la pena.



                      




domingo, 13 de marzo de 2016



                                 FUENTES DE CUEVAS DE VELASCO


Tornaja de la fuente El Sordillo


   Antaño, cuando llovía copiosamente y nevaba amenazando con colapsar las techumbres de las casas, cuando aún no estábamos familiarizados con expresiones, como: "calentamiento global", "cambio climático" u "ola de calor", había tantas fuentes en el término de Las Cuevas de Velasco que un inventario con sus nombres, un poco detenido, no hubiera cabido en un par de folios.

   Había gente continuamente pululando por los campos y necesitaban tener sus manantiales para surtirse y para dar de beber a los animales. Había muchos ganados que también necesitaban abrevaderos y sus pastores y zagales lugares donde llenar la cantimplora para saciar su sed.

La Nebrosa, donde se ahogó una niña, hoy está seca.


   El clima acompañaba en aquel tiempo y brotaban fuentes por cualquier lado. Quienes pasamos del medio siglo de vida hemos conocido fuentes en lugares en los que hoy no hay el menor signo de agua. Y los más viejos seguramente recuerdan otras fuentes de las que hoy no queda ni siquiera memoria cierta de su ubicación.

   Es verdad que muchas de aquellas fuentes desaparecidas venían a ser meros depósitos que recogían pequeñas surgencias, a veces simplemente el goteo de una roca, pero lo cierto es que allí estaba aquella poza con su socorrido bote de La Lechera para ofrecer al campesino o al pastor un generoso trago de agua fresca.

Fuente Herrando
Fuente de Las Casas



   Entre las fuentes que se han ido secando a lo largo de las últimas décadas, y sin ánimo de agotar la relación, señalamos aquí: La fuente de Las Pilas, en La Cañada de las Pilas; la fuente del Cerrillo Capón; la fuente de Las Casas; la fuente de La Tejera; El Tejar; La Nebrosa; La Duz; el Vallejuelo; la fuente Herrando... Todas ellas fuentes míticas que auxiliaban a los campesinos especialmente en las duras jornadas se siega.

   Es posible que alguna de estas fuentes, especialmente La Tejera, pueda recuperarse si se realiza la limpieza de la captación que la alimenta y del depósito. ¡Ojalá sea posible!

Dibujo de La Tejera. Revista El Otero.


   Existen otras fuentes que cuentan aún con cierto caudal, pero que se encuentran en el más absoluto abandono. Con pequeños trabajos de adecentamiento del entorno, habilitación de accesos y consolidación de las estructuras, como, pozas, canales, captación..., podrían recuperarse estos manantiales para el disfrute de senderistas, cazadores, agricultores, etc.

Poza Tabaca, muy cerca del pueblo.


   Fuentes como La Poza Tabaca, casi inaccesible hoy; El Chorrillo; La Cueva de la Mora, en el término de La Ventosa; El Chilancón..., merecen la atención de quienes trabajan por el pueblo. Algunas de estas fuentes se encuentran en parajes muy bellos, otras están unidas a leyendas y tradiciones locales. Urge su rehabilitación.

Pileta de la fuente El Sordillo.
  

                    

lunes, 7 de marzo de 2016




                            EL FACTOR DE LA ESTACIÓN


Locomotora Mikado que circulaba por el pueblo.

 Desde la mitad del siglo XIX existe una estación de tren en Cuevas de Velasco que por el trazado del ferrocarril se edificó en medio de la vega, a un kilómetro de la población, poco más o menos.
   El ferrocarril iba a ser el gran revulsivo de la economía local. Su papel era sacar del ostracismo de siglos a estos pueblecitos y unirlos mediante el poderoso cordón umbilical del tren a las grandes ciudades y a los centros industriales. Y es verdad que durante algunas décadas el tren trajo ciertos aires de modernidad, pero, transcurrido un siglo de su llegada, comenzó el imparable éxodo rural que acabó con todas las expectativas de desarrollo del pueblo.

Vivienda del revisor y despacho de billetes de Cuevas

   A la estación de Cuevas de Velasco eran enviados factores que venían a sumar puntos para buscar un traslado ventajoso a su tierra de origen o tipos que buscaban algún lugar remoto con no se sabía bien qué intenciones. ¿Quién iba a querer asentarse en un pueblecito sin futuro y vivir en una estación perdida en medio de ninguna parte?
   Por los años de la postguerra llegó destinado a Cuevas de Velasco un jefe de estación que en muy poco tiempo mostró cierta inclinación por la brujería. Se atrevía con las adivinaciones, no siempre con éxito, y no ocultaba su afición por los sortilegios. Poseía, como todos estos tipos que parecen ver más allá, una mirada penetrante, de manera que no resultaba agradable mantener los ojos puestos en los suyos.

Gorra oficial de los factores

   Cada noche, después del paso del semi, último tren que transitaba por el ferrocarril Aranjuez-Cuenca, el factor recorría a pie el tortuoso camino entre la estación y el lugar para incorporarse a la taberna, único centro social de la vida del pueblo. 
   Ciertos habitantes de Cuevas, los más leídos y avisados en asuntos de supercherías y engañifas, miraban al factor con desconfianza o con indiferencia. Pero el hombre logró impresionar a muchos pueblerinos y pronto comenzaron a correr chismes sobre supuestos encantamientos. Hablaban de sillas que se desplazaban solas, agujas de un reloj que tan pronto avanzaban una hora en un minuto como se detenían en seco, cristales, bombillas y otros enseres que parecían cobrar vida propia desafiando las más elementales leyes de la física.
   Así que el vetusto edificio de la estación de Cuevas de Velasco se convirtió en una ferroviaria gruta de Zugarramurdi a la que acudían con gusto, deseosas de ver prodigios, decenas de personas. Y el caso es que no se ponía de acuerdo toda aquella jarca, pues mientras unos sostenían que habían visto u oído cosas maravillosas, otros volvían negando todo y asegurando que allí lo único que había era un tipo que sabía sugestionar a los curiosos.

Estación de Cuevas en ruinas.

   Fuera como fuese, el caso es que el factor siguió con sus extrañas prácticas y el pueblo fue apartando poco a poco su atención de lo que ocurría en torno a aquel extraño tipo.
   Una noche de lluvia, entrado ya el otoño, se hallaban los hombres en el bar, como era habitual. La enorme estufa de paja caldeaba el salón e iban conformándose las partidas de cartas a medida que los aldeanos llegaban.
   Nadie esperaba aquella noche al factor. El camino desde la estación hasta el pueblo era sinuoso, fragoso y se embarraba rápidamente con las lluvias, así que los parroquianos que solían echar la partida con el brujo no contaban con él aquella noche.
   Por su parte, un individuo de los habituales en las tertulias del casinillo local, aprovechó la ausencia del Jefe para   insinuar que las supuestas virtudes extraordinarias del factor no eran más que una gran farsa. Y fue suficiente deslizar dos o tres frases en este sentido para que en pocos minutos el bar se convirtiese en una especie de tribunal popular donde se enjuiciaba al factor. Se emitían opiniones y sentires con vehemencia y se descalificaba al factor que por momentos perdía adeptos. Se llegó a sugerir que un tipo así era peligroso y que sería un gran beneficio para el pueblo que se marchase a otro lugar.
   Arreciaba la lluvia. Cruzaban la plaza de la Villa, ante el bar,  las últimas almas buscando el cobijo de las casas y una espesa vedija de vahos se enseñoreaba de las calles.
   Cuando más embebidos estaban los lugareños afanándose en sus partidas de cartas y enfrascados en sus discusiones anodinas, se abrió la puerta de la taberna y apareció el factor de la estación. 
   Desde el principio, toda la clientela del bar había advertido algo extraño en aquella repentina aparición, pero pocos supieron de qué se trataba antes de que uno de los presentes remarcara el detalle.
-¡Es increíble! ¡Seco! ¡El factor viene seco! ¡No se ha mojado con la lluvia!
   En efecto, el traje del ferroviario, sus botas y su gorra estaban impolutos. No traía paraguas y aún en el caso de haberlo llevado las botas deberían estar salpicadas de barro, pero no era así. Parecía recién salido de un vestidor. 
   Como todo lo que tocaba al factor levantaba gran expectación y encendía polémicas, se armó en pocos segundos una gran controversia. Unos abogaban por que el hombre había llegado en vehículo, cosa muy improbable pues en aquella época no había en el pueblo más auto que el del tío Sixto, el médico, y nadie lo había visto ni oído circular. Además, el tío Sixto aborrecía la conducción de noche y eso lo sabía muy bien todo el mundo. Otros, los fervientes seguidores del chamán ferroviario, mostraban su asombro y su fascinación por aquel portento. Era absolutamente imposible que una persona entrase en el bar aquella noche sin mojarse, pensaban.
   A todo esto, el factor de la estación de Cuevas de Velasco oía ufano los comentarios y mostraba una sonrisa sardónica, como mofándose de toda aquella chusma. 
   Se adelantó un hombre serio, de los incrédulos, y le espetó:
-¿Qué artimaña ha usado usted esta vez? ¿Piensa que somos tontos? Déjese ya de engaños y de fullerías, hombre.
   Al instante cambió radicalmente la expresión del factor. Se dirigió con gesto adusto hacia la persona que le había increpado y le dijo:
-Yo no engaño a nadie. Sépalo usted. ¿Entiende? 
   Luego, se fue hacia la puerta y antes de abandonar el local se volvió hacia la concurrencia y con una naturalidad pasmosa dijo:
-Voy a Valencia a dar una vuelta.
    Y se marchó.
    La lluvia ungía insistentemente la aldea. Daba Canseco, el viejo reloj de la torre de la iglesia, las once de la noche cuando el factor fue engullido por las tinieblas de la calle que conducía a la estación.
    De inmediato creció el bullicio en el bar y se retomaron las partidas de cartas que el incidente había interrumpido. 

    Sin embargo, el asunto de la noche planeaba en los corrillos y aún entre los jugadores de naipes que entre trucos y envidos se preguntaban inquietos a qué venía aquello de irse a Valencia a dar una vuelta y qué habría querido decir el factor. Ya no había tren hasta el día siguiente. ¿Se marchaba el factor a Valencia a disfrutar de unos días de permiso? 
    Habían pasado cinco minutos y ya volvía poco a poco el tono de las charlas a su altura habitual, cuando, se abrió de nuevo la puerta de la taberna y apareció el factor de nuevo completamente seco. Traía en la mano una rama de naranjo. Se abrió paso entre los clientes del bar y se dirigió hacia aquel que le había reprendido y sin decir palabra puso la rama que traía sobre una mesa. Después abandonó el casino.
    La rama de naranjo tenía frutos que aún estaban en fase de maduración. Había sido desgarrada del árbol hacía muy poco, pues todavía se apreciaban el vigor y la tersura de las hojas y las heridas del corte exudaban gotitas de savia. Entre campesinos, oficio de la mayoría de los allí presentes, no había lugar para la duda: aquella rama había sido cortada del naranjo hacía unos minutos.
    Huelga decir que la distancia entre Cuevas de Velasco y Valencia debe  andar alrededor de los 200 km y que para llegar a la capital del Turia se empleaban las tres o cuatro horas. Igualmente es inútil recordar a los lectores que las tierras de la Alcarria y aún las de toda la provincia de Cuenca son muy frías y no permiten el cultivo del naranjo.
    Se extendió un murmullo de asombro por el bar. La mayoría de los allí presentes se aproximaron a la mesa sobre la que se hallaba la rama, como prueba irrefutable de que aquel tipo acababa de realizar un prodigio ante todo el mundo.
    El personal fue abandonando el local de la plaza y en unos minutos quedaron desiertas las calles de la aldea bajo la obstinada lluvia otoñal.
    Aún anduvo el factor de la estación algunos meses realizando encantamientos hasta que un día abandonó el lugar y no se supo más de él.

Banderín con el que indicaba las maniobras de salida y parada de los trenes el factor.

viernes, 4 de marzo de 2016


             
                            PODA DE ÁRBOLES


El acuerdo de podar algunos árboles del pueblo obedece a una solicitud que realizó el señor Alcalde de Villar y Velasco en la reunión mantenida con el Presidente de la Diputación a finales de enero del presente año.

Ofrecemos desde estas páginas el resultado de estas actuaciones en Cuevas y la noticia tal como la ofrecieron algunos medios, entre otros, Voces de Cuenca.












VOCES DE CUENCA. 28/1/2016

Diputación acometerá en breve el arreglo del camino entre la N-400 y Villar del Maestre

Esta actuación supone el acondicionamiento de casi 11 kilómetros de camino por un importe de 225.000 euros


El presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, ha anunciado al alcalde de Villar y Velasco, Santiago de la Cruz, que las obras de mejora y acondicionamiento del camino entre Villar del Maestre y la N-400 (Toledo-Cuenca) van a comenzar en breve. Así se lo trasladó durante el encuentro mantenido esta semana en el Palacio Provincial, en el que Prieto informó al primer edil que esta actuación supondrá el arreglo de casi 11 kilómetros de camino por un importe de 225.000 euros, Una inversión que se enmarca dentro de la ampliación llevada a cabo por la Diputación del Plan Especial de Caminos Vecinales y Enlaces Municipales.
Prieto ha resaltado la relevancia de esta actuación, porque "al fin y al cabo, supone una mejora importante para la comunicación de Villar del Maestre con la Autovía de Castilla-La Mancha (A-40) y, por consiguiente, con Madrid y Cuenca capital".
Durante este encuentro, De la Cruz ha puesto de manifiesto algunas de las necesidades que tienen los dos núcleos de Villar y Velasco; es decir, Villar del Maestre y Cuevas de Velasco. En concreto, ha trasladado la necesidad de llevar a cabo una serie de trabajos de limpieza y poda de unos árboles, que están planteando ciertos problemas al encontrarse en el trazado del tendido eléctrico que suministra el depósito de agua potable del municipio.
Prieto ha manifestado la intención de estudiar la manera en la que puede colaborar la Diputación con el Ayuntamiento para poder solucionar este problema y conseguir que esta infraestructura municipal pueda prestar servicio de manera efectiva y en condiciones de seguridad para los vecinos.


miércoles, 2 de marzo de 2016




CUEVAS DE VELASCO A VISTA DE PÁJARO

  Hurgando en los libros de historia, resulta realmente difícil encontrar algo que hable de Las Cuevas de Velasco y mucho más complicado es encontrar alguna imagen, ilustración o dibujo de nuestro pueblo. Entre las causas de este vacío gráfico, además de la escasa relevancia, puede estar la pésima comunicación del pueblo con el exterior. Antes de la llegada del ferrocarril, las enciclopedias anunciaban que Las Cuevas estaba mal comunicada y que los escasos caminos que conducían a ella se hallaban en pésimas condiciones. En invierno la vega sería un cenagar y, en general, la naturaleza arcillosa del terreno convierte los caminos y sendas en vías absolutamente impracticables.



   Hace ya unos años tuvimos la ocasión de adquirir fotografías aéreas de nuestro pueblo. Muchas de estas instantáneas cuelgan en los portales o en los pasillos de las casas del pueblo y otras tantas en las casas o pisos de los que vivimos en la diáspora.

   El día 27 de febrero, la televisión de Castilla la Mancha emitió un programa titulado Un paseo por las nubes, documental que presenta en cada emisión un recorrido aéreo por las tierras de la comunidad.

   En esta ocasión se han emitido unas tomas interesantes de Cuevas de Velasco, acompañadas de breves comentarios.

   A pesar de tratarse de una grabación casera de unos segundos y de no contar con la calidad ideal las colgamos aquí porque estamos seguros de que les gustará verlas.